domingo, 2 de noviembre de 2008

Al otro lado de la nube negra


4 comentarios:

Alegría dijo...

... me encanta el mar...la playa, cuando está desierta y sin atisbo alguno de civilización...es cuando más bella la siento...! Si para colmo, hace frío o amenaza tormenta, entonces es mi delirio... ese contraste de sentidos, lo encuentro sumamente atractivo a los sentidos...

Carlos dijo...

Mi querida Esther he vivido momentos como los que describes, dueño de la playa y de mi tiempo.

(también, por suerte, he tenido días luminosos de sol, para tumbarme como un lagarto en la arena) :)

Un beso.

Mar dijo...

buuuf me tumbaría en esa arena y me perdería en esta nube con la que a veces me puedo sentir identificada... Mi vida a veces se muestra como con nubes...

Un besos en el oleaje...Qettah

Carlos dijo...

Qettah, lo bueno de las nubes es que siempre se disipan, antes o después, el sol suele derrotarlas, inevitablemente. Sólo hay que tener paciencia y coraje.

Un beso valeroso.