martes, 16 de julio de 2013


2 comentarios:

Vivian dijo...

Me encantan. ¿Me lo puedo robar? jaja. Ahora cuestan un montón de dinero, en la casa de mi abuelo (paterno) también había uno y ni le prestaba atención; cambiamos con el tiempo.
Besos Carlos

Carlos dijo...

Robe, m'ija, robe, qué tiempos aquellos, no? y es cierto lo que dices, esas fonolas y esos relojes cuestan fortunas.

Un beso.